El inquilino puede cancelar el contrato de alquiler antes del inicio del período de alquiler mediante una declaración escrita al arrendador. El arrendador intentará encontrar un nuevo inquilino si el inquilino lo desea. De acuerdo con la normativa legal, el inquilino también tiene derecho a proponer un inquilino sustituto adecuado. En este caso, el inquilino sustituto se convierte en el nuevo contratante con el arrendador. En ambos casos positivos, la cantidad de los costos de cancelación contractualmente debidos se limitará a 200 euros, más los posibles costos de publicidad que puedan surgir. Si no se encuentra un nuevo inquilino para el período de alquiler cancelado por las partes contratantes, el arrendador tiene derecho a la totalidad del depósito, así como a los pagos de cancelación estandarizados de la siguiente manera: – Por cancelación desde el 74º hasta el 45º día antes del inicio del alquiler: 50% del precio del alquiler – Por cancelación desde el 44º hasta el 30º día antes del inicio del alquiler: 70% del precio del alquiler – Por cancelación desde el 29º día antes del inicio del alquiler: 100% del precio del alquiler. En caso de una partida anticipada por razones que no son atribuibles al arrendador o de una llegada tardía, el inquilino sigue obligado a pagar la totalidad del precio del alquiler. Se recomienda contratar un seguro de cancelación de viaje.